OPINIÓN
Dos míticos en la portería y el ataque del Hércules CF, rival del CD Lugo, el próximo sábado, en el estadio Ángel Carro
Esta es lo que pública hoy laverdad.es, en su edición de Alicante
HÉRCULES
El portero para un penalti cuando el marcador era de empate y lidera la victoria del Hércules en Alcorcón Los blanquiazules encadenan la segunda victoria consecutiva a domicilio, pero no salen de la zona de descenso
15 de diciembre de 2013
| ALCORCÓN | 0 |
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SANTIAGO GRAS Twitter: '@sangras7' | .-
HHay dos posiciones en el mundo del fútbol que suelen marcar la diferencia cuando los partidos están equilibrados, la del portero y la del delantero centro. El Hércules sumó ayer su segunda victoria consecutiva a domicilio refrendando el tópico. Falcón, en su vuelta a la titularidad tras cinco semanas sin jugar, le dio vida al detener un penalti cuando el marcador era de empate a cero y Portillo abrió el camino de la victoria marcando su quinto gol en los últimos cinco partidos.
Guardameta y ariete le pusieron nombre al resultado junto a Assulin, autor del 0-2, pero el triunfo fue una labor de un equipo del que cabe destacar otro jugador. Ése es Alberto Carbonell. El canterano tenía la difícil papeleta de debutar como titular para suplir la baja por sanción de Escassi y cumplió como el que más. Y no se lo pusieron fácil. La victoria ante el Alcorcón no le vale al Hércules para salir de los puestos de descenso, pero sí evidencia que el equipo de Quique Hernández está enderezando el rumbo que llevaba a un Titanic a toparse de nuevo con un iceberg (la amenaza aún existe).
Fue un triunfo no exento de dificultades. Del mismo modo que hace una semana se apuntaba que el Hércules había merecido más ante el Sporting, ayer el que más cerca estuvo del gol durante muchos minutos fue un Alcorcón al que le falló la puntería en varias ocasiones y se topó con Falcón en otras.
El Alcorcón quiso poner a prueba la defensa blanquiazules desde los compases iniciales, buscando una grieta por la zona que ocupaba el debutante Carbonell. Al joven central le quisieron buscar las cosquillas, pero no las encontraron. Al de San Vicente le tocó lidiar desde el inicio con Quini. El experimentado delantero amagó con amargarle la tarde al alicantino, pero éste no se escondió y le plantó cara. Apenas sacó a relucir su inexperiencia. Todo lo contrario, salvo más de un apuro.
Con el paso de los minutos, el Hércules fue creciendo en el partido y empezó a jugar en campo contrario, casi siempre a través de las cabalgadas de Sissoko y Héctor Yuste, que es una de las fórmulas que suele encontrar el equipo de Quique Hernández para superar la línea de centrocampistas de los rivales.
Sardinero protagonizó la primera llegada de relevancia del cuadro blanquiazul al área madrileña, pero su centro no encontró rematador. Y minutos después fue Portillo el que probó fortuna desde fuera del área, obligando a Dani Jiménez a intervenir con acierto para enviar la pelota a saque de esquina.
El Hércules había equilibrado el choque y la defensa blanquiazul vivía con cierta tranquilidad. Hasta que un pase a la espalda de Pamarot dejó solo a Javito ante Falcón, que tocó con la yema de los dedos un disparo que salió junto al palo. El mismo palo en el que, minutos después, el estrelló un remate a bocajarro cuando la afición madrileña ya cantaba el gol.
Los de Quique Hernández pedían a gritos el final de una primera parte que encaró con otra mala noticia, la lesión muscular de Eldin, que tuvo que ceder su sitio a Ferreiro.
Pero si el periodo acabó con dudas para los alicantinos, la segunda empezó aún peor. Peña cortó con la mano un centro de Javito y el árbitro pitó penalti. La infracción fue clara (aunque quizás involuntaria), pero pudo ser fuera del área. No debía estar muy seguro el colegiado y, quizás por ello, obvió la que hubiera sido la segunda amarilla al capitán y su consiguiente expulsión.
Apenas había pasado un minuto de la reanudación y el Hércules parecía abocado a remar contracorriente una vez más. Pero entonces apareció Falcón para sacar a relucir sus dotes de 'parapenaltis' y celebrar de la mejor manera sus cien partidos oficiales con la elástica blanquiazul. El gaditano le acertó el lugar del disparo a Pacheco, al que minutos más tarde también le sacó con el pecho un disparo que buscaba el gol. Y entonces fue el momento de Portillo, que metió de forma acertada la cabeza para convertir en el 0-1 un medido centro de Juanma Ortiz. Un gol que corrió a celebrar con Julián, su padre, con el que se fundió en un abrazo en la grada.
El gol aturdió al equipo de Miguel Álvarez y el Hércules no desaprovechó la coyuntura para hacer más sangre a través de Assulin. El israelí, que había sustituido minutos antes a un Sugi que ayer tuvo menos protagonismo, robó un balón en el centro del campo y culminó su jugada en solitario con un disparo desde la frontal del área que se coló en la meta de Dani Jiménez.
En un visto y no visto, el Hércules había sentenciado prácticamente el partido -Assulin protagonizó dos acciones más al contraataque para haberlo hecho-. Entre otras cosas porque, aunque lo intentó, el Alcorcón tuvo uno de esos días en los que parecía que no iba a marcar aunque el partido se eternizara.
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