Como dijo Miguel Tena, a Jorge le hace especial, entre otras virtudes, su capacidad para golpear con la diestra y la zurda. Capitán del Sporting, cuenta sus vivencias con Preciado, el ascenso a Primera en 2008 y toda su carrera en Primera y Segunda.
El día que te conocí, te pregunté de forma retórica por tu sportinguismo. Me respondiste: "mucho". Resoplas y añades: "demasiado". A día de hoy y hasta el momento, ¿qué significa ya para ti el Club Deportivo Lugo?
Un club en el que llevo unos meses, pero desde el primer día, que recuerdo que al primero que vi fue a ti antes de a ver a (Carlos) Mouriz cuando llegué al estadio para firmar, pues va todo perfecto en el aspecto personal. El club te trata muy bien, te trata como una persona. Hay algunos equipos que últimamente tratan a los jugadores como mercancías. Para eso, el Lugo es un espectáculo. El día a día es muy fácil. Dentro de sus posibilidades, todo lo que necesites y te puedan ayudar te lo van a dar. Es un club muy familiar con poca gente, a lo mejor, trabajando en él. Un club pequeño, humilde. Sabe sus limitaciones, pero hasta donde te puede ayudar se vuelca en que el jugador esté a gusto, que no te falte de nada. Se agradece mucho. En el aspecto personal, este club es un diez.
A nivel individual, con 30 años, ¿qué aspectos crees que debes mejorar? ¿Cómo te describirías como central? ¿Qué es lo que procuras aportar en el campo? Miguel Tena, en esta misma entrevista para el periódico y web del club, comentó que no había visto nunca un central que golpease al balón con la derecha e izquierda indistintamente como tú.
Eso me puede dar una ventaja, aunque este año aquí estoy en el perfil zurdo. Los dos últimos años en Murcia jugué más por el otro perfil. En ese aspecto, me da la ventaja o la tranquilidad de jugar por cualquier perfil sin pensar en cambiar la posición del cuerpo o pensar que tengo que pegar con una pierna o con la otra. No lo pienso y para mí es lo mismo. Mis virtudes pueden ser el juego aéreo, la concentración y la disciplina a la hora de jugar, así como me gusta mucho comunicarme con los compañeros para solucionar problemas y situaciones que en el campo se pueden dar. El principal hándicap mío puede ser la velocidad. A veces me gustaría ser un poco más rápido de lo que soy, pero también lo intento solucionar con anticiparme a la situación, con colocarme bien, con estar atento para ganarle ese metro al delantero para que no me gane la espalda. Para mejorar, de todo se puede mejorar y hasta el último día que juegue voy a intentar seguir mejorando porque me gusta mucho la profesión. Siempre estoy atento a los consejos que me dicen, lo voy guardando todo. Me gusta mucho también el tema de los entrenadores, me fijo cada vez más en las ruedas de prensa, en lo que dicen los entrenadores, en lo que dice uno u otro, en los ejercicios que hace uno u otro, pienso si me gustan o no. Lo vas metiendo para ti. Te lo vas quedando y lo puedes usar en beneficio propio.
¿Qué destacarías de cada uno de tus compañeros de la plantilla que son defensas centrales? Primero, Víctor Marco.
Víctor es un central rápido, que tiene buena zurda para sacar el balón, es muy intenso en los partidos y también entrenando le mete mucha intensidad, es agresivo. Me parece muy buen defensor.
Lolo Pavón.
Lolo es un central muy completo. Tiene envergadura para ir bien por arriba. Domina el juego aéreo. Da seguridad en las acciones. Cuando va al corte va con valentía porque tiene ese punto de fuerza y velocidad que le permite llegar con garantías. Con el balón, desplaza muy bien en largo el balón con la derecha.
Por último, David Prieto, aunque hayas coincidido menos con él.
Lo conocía cuando firmó, pero tú puedes ver un partido y tampoco te fijas mucho. Me parece un buen central, tiene buena pierna derecha, se le ve rápido pese a haber estado entrenando sin competir. Le faltará ritmo, lo irá cogiendo e irá progresando. Las primeras sensaciones son buenas. Me parece un buen central Solo hay que ver su curriculum: tiene muchos partidos en Primera y en Segunda ha estado en buenos equipos. También recuerdo que un par de veranos sonó para el Sporting y por eso también lo conozco (se ríe).
¿Cómo fue el período de adaptación a un equipo que prioriza tanto la salida de balón y con centrales que son tan expertos en iniciar jugada dando salida limpia al balón como Víctor Marco?
Choca un poco la manera de jugar y lo que le pide el míster a un central. A lo mejor, no estás acostumbrado a jugar así en otro equipo. Le da importancia a cuestiones que en otros equipos no trabajas. En pretemporada lo noté. Al principio estaba un poco perdido con la forma de jugar. Ya cuando pasó mes, mes y medio tú mismo notas que vas mejorando, te va dando confianza para mejorar y seguir entrenando. Ahora, perfecto. Para eso está la pretemporada: para probar y mejorar facetas. Ahora estás acostumbrado. Las primeras semanas estabas expectante y sorprendido porque otras cuestiones que en otros lugares no les dan importancia aquí son el "abc".
Vamos a recordar tu trayectoria. Primero, fuiste campeón de España cadete en 2000 con el Sporting. Elimináis en la primera fase al Espanyol en Zaragoza. Después, en el grupo empatáis con el Valencia de Gavilán, ganáis al Barça de Iniesta y al Espanyol también le derrotáis con un gol de cabeza tuyo. Os imponéis en la final en La Condomina al Real Madrid. Coincides en esa camada con Adrián Colunga, Javi Fuego y tu hermano Alejandro. ¿Qué recuerdos tienes de aquel año y de aquel campeonato?
Estuvo muy bien porque nadie contaba con ello. El segundo campeonato ganado por el Sporting en el fútbol base porque el primero había sido en Brunete. Pasamos a la segunda fase y, a priori, íbamos a ver hasta dónde íbamos a llegar, a disfrutar. Nadie en el club pensaba que íbamos a pasar y ganar a todos esos equipos. Ganamos al Espanyol con el gol mío que comentas. Salió de cine. Fue una experiencia muy bonita. Un poco de sorpresa. En ese equipo estábamos mi hermano, Javi Fuego y Colunga como estandartes. Javi Fuego y Colunga tienen más nombre y llegaron a Primera.
Con el Sporting en Primera disputas doce partidos, diez de titular, en la temporada 2008/2009 y 964 minutos. Luego, en la temporada 2010/2011 juegas cinco, dos de inicio, y 216 minutos. Debutas el 31 de agosto de 2008 contra el Getafe en El Molinón. En la temporada 2008/2009 marcas un gol en Copa al Valladolid en Zorrilla y quedáis eliminados en la siguiente ronda ante el Athletic, a la postre finalista. En la campaña 10/11 juegas en La Romareda, Son Moix y La Rosaleda y Atlético en El Molinón, entre otros.
Ese gol es muy especial porque te da la clasificación en Copa. Me llevé un pequeño palo, un poco de decepción, por no seguir jugando en la Copa después del gol en Valladolid. No estaba jugando mucho en Liga y la Copa siempre te la tomas con más ilusión. Eran partidos a ida y vuelta, eran partidos bonitos. Habíamos ganado 3-1 en la ida, fuimos a Valladolid un día en enero, hacía un frío increíble, perdíamos 2-0 y marqué en un córner y nos clasificamos. Fue la última jugada, se sacó de centro y se acabó. Marqué en el minuto 91. Encima te tocaba el Athletic de Bilbao después. Fue lo primero que pensé: además de celebrarlo, de la alegría propia de la clasificación. ¡Es jugar en San Mamés. Me decía: "¡Ojalá juegue en San Mamés!" No me alineó en Copa. Me quedé con la espina de estar en el banquillo y no jugar en ese campo tan mítico.
Durante esos años tu entrenador es Manuel Preciado. ¿Qué le hacía especial?
Sabe llevar muy bien al grupo, trata a todo el mundo por igual, sabes que si curras, trabajas y eres constante de un día para otro puede cambiar la situación tanto para bien como para mal. No deja confiarse a nadie. Es uno más. Es muy cariñoso. Cuando te pasas de la raya, te pega el corte y te pone en su sitio. Era muy majo, se podía hablar con él de todo, siempre te hacía alguna broma. Cuando exigía, te exigía como el que más. No hacía falta que te dijese las cosas dos veces porque estabas en tensión. Todo el mundo estaba muy contento con él. El día a día era muy fácil de llevar. Es difícil encontrar a un entrenador que tenga a casi toda la plantilla, incluso a los que no juegan, más o menos contentos y con un trato tan bueno.
Cuéntame lo que te dijo antes de enfrentarte al Barça en la tercera jornada de la temporada 2008/2009.
(Sonríe) Era el tercer partido de Liga. Veníamos de perder 4-3 ante el Sevilla después de haber empezado ganando. Es verdad que ese año en los primeros partidos estuvimos fatal y yo no di el nivel en esos partidos. Luego, fue cuando me quitó. El equipo mejoró. Mi mal comienzo me hizo ir cedido a Tarragona al año siguiente. Había mucha expectación con la llegada del Barça. Puso el típico partidillo antes del partido el último cuarto de hora de entreno. La gente estaba haciendo sus cálculos. Cuando iba hacia el vestuario me pega una colleja y me dice: "estate tranquilo que mañana vas a jugar, lo hago para engañar a los de la prensa y que se tengan que comer la cabeza este día". Me hizo gracia. Era así. De repente, hacía eso antes de enfrentarte al Barça y te relajaba. Tenía detalles que le hacían muy grande. La pérdida de Manolo fue muy dura para los sportinguistas.
Entre 2005 y 2008 juegas con el Sporting en Segunda con mucha participación. 38 partidos y uno de Copa en la primera temporada para 3375 minutos ligueros más 35 en Copa; 30 encuentros de Liga y uno en Copa par 2463 minutos en la segunda campaña y 27 en Copa; y ya por último 31 choques y uno copero para 2568 minutos en el tercer campeonato con 90 minutos en Copa. En la primera temporada, marcas un gol en un Sporting-Castellón (2-0). En la segunda, dos tantos; Sporting 5 Cádiz 4 y Sporting 1 Tenerife 1. En la tercera, otras dos dianas: Las Palmas 2 Sporting 2 y Sporting 4 Sevilla Atlético 1 (con Víctor Díaz como rival en el once titular contrario). Conseguís el ascenso en 2008 con las primeras nueve jornadas sin perder. Ascendéis ante el Éibar en la última jornada en El Molinón (2-0) con goles de Mate Bilic y Luis Morán. Eres titular junto a Iván Hernández en ese partido en el centro de la zaga.
Muy bonitos esos años. Desde que debuto en Segunda, que lo hago un poco por las circunstancias. Ese año había subido desde el Sporting B al Sporting prácticamente toda la alineación titular y esta base hace la pretemporada. A mí no me suben porque no lo deciden así. A falta de quince días para el comienzo de Liga empieza a faltar gente por lesiones, me suben y le gusto al entrenador. Me acuerdo que juego en Ferrol y dice que lo hago bien. A partir de ahí, me quedo en la última fase de pretemporada. Esa semana se lesiona el central que iba a jugar ahí, me ponen el debut contra el Albacete y los dos goles los mete Pablo Álvarez. Ese año me sale todo rodado. Esos años son muy buenos para mí. Además, era jugar en el equipo de tu casa ante tu familia, tus amigos cada domingo y con mi hermano en la plantilla, que era un orgullo. ¡Como cualquier canterano que disfruta de subir al primer equipo! Acaba todo con el ascenso a Primera. Mi debut en Primera es mi partido cien con el Sporting. Son fechas que se me quedan guardadas porque me hacen mucha ilusión.
¿Un futbolista o futbolistas con el que te identifiques del Sporting del ascenso en 2008 por empatía personal y/o estilo de juego? Eras uno de los estandartes.
Los canteranos, por supuesto. Roberto Canella, Luis Morán (que ahora está en Chipre), Omar, Pedro, Raúl Cámara, etcétera. Los canteranos jugamos juntos, somos de la misma edad. Fuera de eso, con Gerard Autet, que dejó el fútbol en el Xerez y ahora está empezando como entrenador; y con Iván Hernández porque aunque jugábamos en el mismo puesto nos llevábamos muy, muy bien. Ese grupo era muy bueno. Con alguno no tengo contacto. Siempre que coincido con Iván y Gerard hablamos como si no hubiera pasado el tiempo.
¿El delantero que más te costó defender?
Kanouté.
¿Sin duda? ¿Por qué?
Fue un partido que perdimos 4-3 en Sevilla. En la tele lo ves grande. Luego, en directo tiene una técnica y una calidad espectaculares para lo que mide. Me encantó. A lo mejor, habrá delanteros con mucho menos nombre que me habrán superado, pero en cuanto a verlo directo con respecto a la imagen que tenía en la televisión, Kanouté.
Lo que te comentaba al inicio de la entrevista. Fuiste capitán del Sporting y eres reconocido externamente como un estandarte al haber ascendido a Primera y por tu sportinguismo. Incluso, te recibieron con una pancarta gigante en la que aparecía escrito: "Jorge, bienvenido a casa" cuando visitaste El Molinón con el Real Murcia. Tienes fama de futbolero. ¿Qué significa para ti el Sporting? Fue increíble escuchar a Pablo Álvarez charlar sobre el Sporting, por ejemplo.
Es complicado explicarlo. Supongo que será parecido a lo que siente un aficionado de otro equipo de su ciudad. Si luego te pasa como a mí o Pablo (Álvarez) en su día pues es lo máximo. Es una forma casi de vida. Estás todo el día pendiente del Sporting: de lo que hace, de lo que no hace. A diario estás informándote. Me considero aficionado. Yo soy del Sporting, Álvaro será del Athletic, otros del Madrid o del Barça. Me parece bien que los jugadores se identifiquen con un club. En este caso, me lo dio todo. Estuve desde los 12 hasta los 26 años. Es inevitable que le tenga cariño porque me formó como persona en Mareo, primero, y luego como futbolista.
Entre la temporada 2008/2009 y 2010/2011, en las que como comento antes juegas con el Sporting en Primera, te marchas cedido al Nàstic en la campaña 2009/2010. Allí juegas 3026 minutos repartidos en 34 partidos de Liga, amén de otro de Copa disputando el duelo completo. Marcas tres goles en el último tramo de campeonato (jornadas 31, 32 y 40): Nástic 1 Recre 1, Albacete 1 Nàstic 1 y Celta 3 Nàstic 1. Os salváis ante el Elche (3-1) contigo de titular en la penúltima jornada y finalizáis decimoctavos.
Pues muy bien. Siempre hablo con mucho cariño de Tarragona. Me acuerdo que me fui allí y al principio estaba un poco descolocado porque salía de casa, era la primera vez que estoy fuera, no sabía cómo iba a ser eso y nunca había visto el fútbol fuera del Sporting. No sabía si en todos los equipos iba a ser como el Sporting o totalmente distinto. Tenía ciertas dudas como cualquiera que se va a estudiar o cualquiera que se va fuera de casa por primera vez. Desde el primer día, siempre hablo del Nàstic con mucha ilusión. Si tuviera que ponerle una nota al recuerdo de ese año sería un sobresaliente por los compañeros, jugué casi siempre, hice buena temporada y ojalá el equipo estuviese ahora en Segunda. Cuando bajó, no quería que bajase. No quedan compañeros porque el Nàstic cambió mucha la plantilla, pero al club siempre le voy a tener mucho cariño y lo voy a recordar como especial porque estuve genial allí.
Entre 2011 y 2013 con el Murcia en Segunda. En la primera temporada participas en 37 partidos, todos de titular, para 3320 y 27 encuentros, 21 de inicio, para 2087 minutos en la segunda campaña, además de 90 en Copa en este último año. En la primera, cuatro goles fuera de casa en cuatro de cinco jornadas seguidas en Huelva, Cartagena, Alicante y Sabadell. Anotas tres tantos en una semana. En el primer campeonato termináis decimoctavos bajando tres por el descenso del Villarreal pese a que al filial castellonense termina decimosegundo. En la temporada pasada ocupáis la decimonovena posición, pero desciende administrativamente el Guadalajara.
La estancia en Murcia fue buena, aunque al final fue complicada. No me gustó nada la forma que tuve de salir de allí porque fue rara, por llamarla de alguna manera. Me quedo con muchas cosas positivas. Fueron dos años de más a menos. El último año hubo muchísimos problemas extradeportivos. No se hablaba de fútbol. Se hablaba siempre de cuestiones que no tenían nada que ver con el partido del domingo. Eso en Lugo no pasa, es mucho más tranquilo todo. Hay problemas de todo tipo, empezando por los económicos, que se mantienen este año. Es un sitio que lo tiene todo para disfrutar del fútbol, lo dije en la presentación cuando llegué y lo sigo manteniendo. Estuve bien, conocí buenos compañeros, mis mejores amigos en el mundo del fútbol están en ese vestuario. En cuanto a rendimiento, el primer año, con Iñaki Alonso, metí cuatro goles, como dices tú, y fue bueno. En el segundo año se fue Siviero, llegó Onésimo y a pesar de jugar más irregularmente tengo un buen número de partidos y estaba contento con el rendimiento. Es verdad que el último tramo fue bastante duro porque teníamos bastantes problemas y el fútbol era secundario.
¿Qué diferencias encuentras entre la Segunda actual y la Segunda en la que comenzaste en el Sporting en la temporada 2005/2006? Has jugado ya 197 partidos en Segunda entre el Sporting y Nástic más siete en este campeonato con el Lugo.
Ahora hay más equipos que intentan salir jugando, un juego más vistoso, está cambiando poco a poco el estilo, combinar más, cada vez más gente atacando. Ahora está el debate de si bajó el nivel o no, pero es verdad que ahora hay muchísimos jugadores en muchísimos países y antes no había nadie. Ahora, los hay en cualquier país, hasta en aquel con menor tradición futbolística del mundo hay algún futbolista español. A lo mejor, es verdad que quien antes estaba en Segunda o en Segunda B en España ahora está en el extranjero y había más nivel. Sigue habiendo jugadores de mucha calidad y la igualdad, ya que estamos hablando un poco de la Segunda, también se debe a que la crisis acercó los presupuestos a ser muy parecidos entre todos los equipos. Ya no hay tanta diferencia entre lo que paga uno que se supone que va a estar arriba con lo que paga un recién ascendido, por así decirlo. Todo el mundo tiene los mismos ingresos y hay muchos problemas. Entre la televisión, los socios y poco más todos los clubes más o menos tienen un perfil parecido y por eso se igualan más los partidos.
¿Qué equipos y jugadores destacarías de la Segunda División precedente? ¿Quién te sorprendió más la temporada pasada?
Como equipo, el Elche, está claro. Fue el líder durante las 42 jornadas. Era un equipo muy fiable, que ganaba con mucha autoridad y supongo que los jugadores vienen de ese rango, como Coro. Morata me gustó mucho en el Castilla, es un gran futbolista y con el paso del tiempo se irá confirmando en Primera.
¿Un central de élite con el que te identifiques desde crío? ¿Por qué?
Hay dos que te voy a decir, uno de ellos desde crío, porque empezó en el mismo club que yo antes de pasar a Mareo, el Estudiantes, que es Abelardo. Siempre que me preguntaban cuando debuté y decía Abelardo porque había jugado toda la vida en el Sporting y había salido del mismo club que yo. Además, tengo la suerte de conocerlo personalmente porque está entrenando al filial del Sporting. Me parece una persona muy trabajadora, muy humilde, muy normal. Llegó a lo máximo del fútbol, puedes hablar con él, te saluda y es cariñosa como debe ser. Es lo normal, pero hay gente que llega arriba en el fútbol y se cree más simplemente por jugar bien al fútbol. Por eso te digo Abelardo. Como central hay muchos que me gustan, como a todo el mundo, pero en cuanto a valores y por lo que transmite en cuanto a sacrificio, trabajo y comportamiento en un campo, pues Puyol. Además de como central, como persona, aunque no lo conozco personalmente. No se mete en polémicas y siempre está cuidando por el bien del fútbol.
Con varios canteranos compartes entrenamientos y competiste en amistosos e incluso disputaron contigo un partido oficial (tercera ronda de la Copa del Rey frente al Recreativo en el Nuevo Colombino el pasado octubre). ¿Qué valoración haces de la cantera rojiblanca? ¿Qué mensaje les enviarías como canterano de un club con prestigio en la materia como el Sporting y la factoría de Mareo? ¿En qué aspectos crees que destacan los canteranos del Club Deportivo Lugo? ¿Qué valoración realizas de Julio Camba, juvenil, pero central como tú?
Que aprovechen sus oportunidades, que trabajen, que tengan disciplina y la constancia, que es lo que te lo da todo. Seguro que habrá momentos que serán difíciles y que veas que no llegas porque me pasó a mí y les pasó a todos. En el fútbol, para bien o para mal, cambia todo en un momento, en un instante. La constancia es la clave para todo en la vida y el fútbol no va a ser menos. Aquí hay una circunstancia, comparada con otras canteras, que es que no hay un filial y los jugadores juveniles que entrenan con nosotros como Keko, Laro o Julio tienen una oportunidad tremenda de ejercitarse con un equipo profesional, de hacerlo bien y que no desaprovechen ningún entrenamiento. Que lo hagan para aprender y esforzarse al máximo porque si dan el nivel, como ocurrió en Huelva con Pedrosa y con los que allí jugaron, les van a dar oportunidad y tienen una opción muy buena de saltarse unos plazos difíciles de superar. En cuanto a Julio, me parece un central muy bueno. Cuando llegué, pensé que era mayor por la envergadura y por la apariencia me sorprendió. Es fuerte. Con balón se desenvuelve por el perfil derecho, es contundente y tiene mucho margen de mejora. Me parece un muy buen central.
Por último, ¿qué imagen te gustaría que tuviera el club y la afición de ti? ¿Qué imagen quieres transmitir? En el sentido del trabajo y el comportamiento.
Lo más importante, aunque luego te enfades porque no juegues y le pasa a todo el mundo porque siempre quiero competir, es más importante quedar como buena persona que como buen futbolista. En todos los sitios en los que estuve, que tampoco fueron muchos, salí bien, se puede hablar de mí como buena persona y eso es lo más importante. Al final, dentro de unos años poca gente se va a acordar de que Jorge jugó en el Lugo en tal época. Van a venir muchos más futbolistas, pero primero son las personas y es lo que queda. Como buen compañero, como buena gente y luego como futbolista habrá gustos de todos los colores.
Te quería decir una cuestión ya que me das la oportunidad: agradecer al Lugo y al cuerpo técnico la oportunidad a mi hermano de que entrene estos días. Quería agradecer el trato de Mouriz, Setién, todo el cuerpo técnico y los compañeros que le hayan dejado entrenar cuando ocurrió la jugarreta del Cádiz en Navidad. Fue una situación incómoda. No nos hubiera gustado llegar al extremo de tener que pedir esta situación porque era una mala noticia. Fue un golpe duro. Pasamos unas semanas duras tanto él como yo porque cuando lo veo sufrir yo también sufro. Desde aquí, dar las gracias.