OPINIÓN
En Asturias siguen haciéndose eco del rechazo de las peñas del Real Oviedo a las entradas que le envió el CD Lugo
Según pública el diario La Nueva España de Oviedo, el boicot de las peñas del Real Oviedo divide a la afición y en especial a la hostelería lucense, ante el partido que el próximo sábado disputarán en el estadio Ángel Carro, a partir de las seis de la tarde, el CD lugo y el Real Oviedo y que ha sido considerado de alto riesgo.
El hecho de que las peñas del Real Oviedo rechazasen las entradas que envió el club rojiblanco al club azulón, no significa que no vayan a desplazarse el próximo sábado, a la capital lucense, un número indeterminado de seguidores asturianos, lo que puede ser un problema para la seguridad, al no poder controlar de antemano a los seguidores del equipo azul que puedan acudir al estadio ángel Carro.
Esta es lo que publicó ayer el periódico La Nueva España de Oviedo.
El boicot divide Lugo
Algunos hosteleros critican la decisión del club lucense con las entradas mientras otros no entienden el desencuentro
20.01.2016 | 04:04
Aficionados azules en la visita a León de 2014. IRMA COLLÍN
Oviedo, Nacho AZPARREN Las tiranteces entre el Lugo y la afición azul han terminado por romper el lazo y no habrá desplazamiento masivo a la ciudad gallega. Se esperaban unos 3.000 seguidores azules en uno de los desplazamientos más cómodos de la temporada desde la perspectiva azul. Pero el Lugo comunicó primero que solo enviaría 900 entradas y, después, informó sobre el precio: la mitad, a 40 euros. El doble de la más cara en el encuentro ante el Huesca el pasado domingo, por ejemplo. El Anxo Carro no estará poblado de camisetas azules y como efecto secundario la hostelería de la ciudad sufrirá un grave perjuicio. Confirmado el boicot, las reacciones se dividen en Lugo en dos frentes: los que culpan al club local de la situación y los que no entienden el desencuentro.
Héctor Castro, director del Hotel Santiago, pertenece al sector crítico con el Lugo. Tanto que incluso ha publicado una carta en un periódico local para mostrar su enfado. "En Lugo suelen ir 3.000 espectadores en el mejor de los casos", comenta Castro vía telefónica; "recuerdo cuando vino el Villarreal que estaban en el campo los mismos de siempre. De ahí no pasa". Se refiere el hostelero a la primera razón dada por Tino Saqués para enviar 900 entradas en lugar de 3.000: la voluntad de no convertir el Anxo Carro en un pequeño Tartiere. "Podría haber enviado al menos 2.000", esgrime Castro.
Para el hostelero, la oportunidad perdida por la ciudad es importante. "Oviedo tiene una afición excepcional y estoy seguro que hubieran venido los 3.000 prometidos. Podría funcionar también su presencia para el boca a boca y captar nuevos visitantes para sucesivas visitas", argumenta. Castro se atreve incluso a hablar de cifras: "Sin tener en cuenta las pernoctaciones, calculo que el ingreso podría haber sido de unos 120.000 euros para ciudad. Si le sumamos la ocupación en hoteles y hostales en torno al 97%, podríamos hablar de unos 270.000 euros de ganancia". "No se entiende que por el arbitrio del presidente se perjudique a toda la ciudad", corona.
La queja, argumenta Castro, no es exclusiva suya. Hay más personas en el gremio descontentas con la actitud del Lugo en el proceso de negociación de reparto de entradas. Jacobo García es el vicepresidente de la Asociación de Hosteleros de Lugo y director del Hotel Méndez Núñez. Ayer le habían cancelado cerca del 10% de las habitaciones reservadas. "No hemos sufrido cancelaciones muy numerosas, pero quizás el malestar se pueda palpar más en restaurantes y bares", indica García. El vicepresidente mantiene una posición neutral sobre la polémica desatada: "Queremos saber qué ha ocurrido para sacar conclusiones. Ayer -en referencia al lunes- empezamos a percibir el descontento de algunos".
Siguiendo la postura oficialista, la del Lugo, se sitúa la asociación Lugo Monumental, una agrupación de comerciantes y hosteleros del centro histórico. "A nosotros el club nos ha dicho que daban al Oviedo el máximo de entradas que podían por razones de organización", dice David Fernández, el presidente de Lugo Monumental, "y si el club nos dice eso no tenemos razones para pensar que nos están mintiendo".
Diferente es la respuesta cuando se le mencionan los precios de las localidades. "No los sé. No hemos hablado de eso", contesta. Cuando se le menciona el incremento del 100% en el precio de las localidades, David Fernández responde que "no parece muy razonable duplicar el precio". Pero la parte sorprendente del asunto es el mensaje que les llega a los hosteleros desde el Lugo. "A nosotros nos han dicho que a pesar del boicot no habrá problemas para vender las 900 entradas a seguidores del Oviedo, que se venderán seguro. Según el club, muchos seguidores del Oviedo ya han mostrado su voluntad de comprarlas", revela Fernández.
La apuesta del Lugo con sus hosteleros es arriesgada. El boicot se mantiene firme y parece imposible que las 900 entradas se vendan finalmente.
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