Alcanza la cuarentena de puntos y ya piensa en la permanencia
El CD Lugo ya mira con más optimismo al horizonte que de momento pasa por León
Roberto Trashorras sigue confiando en aprovechar esta oportunidad que se le brinda como entrenador y para ello tiene que ganar el domingo en tierras leonesas
Además de intentar jugar bien, a veces hay que estar aliado con la suerte, si bien suelen ser los técnicos los menos respaldados y sino que se lo pregunten a Pedro Munitis, que tras sufrir su primera derrota de la presente temporada a domicilio, fue cesado, por sorpresa, con noctunidad, porque se decidió sobre las dos de la madrugada y alevosía, por que muy pocos lo esperaban.
Pero siete jornadas después fue cesado también por sorpresa, el entrenador portugués Paulo Alves, tras encadenar cuatro jornadas sin perder y lograr una victoria a domicilio, al ganar en Teruel 1-2 y fue relevado por el rabadense Roberto Trashorras, que en la quinta jornada, dirigiendo al primer equipo logró la primera victoria, después de sumar 3 empates y una derrota.
Ni que decir tiene que el cambio de técnico es algo habitual, si los resultados no acompañan, aunque muchas veces dependa de una acción puntual para hacer que el resultado sea positivo y para ello podemos fijarnos que en la primera vuelta el CD Lugo perdía 0-3 en el Ángel Carro, en la duodécima jornada, con una Cultural Leonesa que anotó sus tres tantos, en menos de un cuarto de hora, mediada la segunda parte, al marcar Rodri Escudero en los minutos 60 y 63 y cerrar la cuenta el sadense Javier Fernández Abruñedo 'Bicho' (m. 74), ex jugador entre otros de Deportivo, Barcelona B, Leganés,Compostela, Ferrol y San Fernando de Cádiz y que anotó el definitivo 0-3 en el Ángel Carro, en la primera vuelta, a poco más de un cuarto de hora para el final.
De momento el CD Lugo ya alcanzó los cuarenta puntos, lo que no deja de ser ya una buena noticia, aunque esta era ya más esperada al inicio de temporada, por lo que ya está cerca de la permanencia, que a buen seguro debe ser el primer objetivo y luego ver si puede llegar a jugar la próxima Copa del Rey y ya sería redondo si llega a disputar esta temporada la fase de ascenso, para la que nos antoja que habrá que superar los sesenta puntos, que no parece fácil, cuando quedan 27 por disputar.
Lo que no cabe la menor duda es que la victoria del pasado domingo, sobre todo por la forma en que se consiguió, sirve para dar ánimos a la plantilla, especialmente a los jugadores jóvenes y a su vez esto permite afrontar con más optimismo los partidos que restan y disfrutar con mucha más alegría de los entrenamientos a lo largo de la semana.
La cantera en el candelero tras la última victoria
El pasado domingo el CD Lugo encajaba tres goles en poco más de un cuarto de hora, aunque en esta ocasión con mucho tiempo por delante, más de una hora, para enmendar sus errores, mejorar en su juego, intentar meterse en el partido, pero tal vez eran muy pocos los que pensaban en la remontada, como si lo fueron los jugadores, que ya antes del descanso acortaban distancias, pero luego casi emulaban a su rival, anotando tres tantos en unos diecisiete minutos, con lo que consumaban la épica remontada.
Lo cierto es que en el CD Lugo, Roberto Trashorras, tal vez a la desesperada, le daba la titularidad a los canteranos Andrés Castrín en el eje de la defensa y Leandro Antonetti en el frente de ataque, relegando ambos al banquillo, a veteranos como César Morgado y Willy Ledesma, entre otros y además en el descanso entraba Jorge González como extremo derecho en lugar del ex deportivista Víctor Narro y al final, algo que parecía fruto de la desesperación salió bien, pese a que después aún le anularon un tanto al Sestao..
Lo cierto es que Andrés Castrín jugaba su segundo partido como titular con Roberto Trashorras en el banquillo, si bien antes ya había jugado 5 partidos, cuatro de ellos completos y 361 minutos con Pedro Munitis, cinco partidos, todos ellos completos, 450 minutos, con el portugués Paulo Alves, pese a que sólo estuvo 7 jornadas de Liga como técnico y otro de los titulares fue Leandro Antonetti, que al igual que Andrés Castrín, subió al primer equipo con Pedro Muniis y el hispano portoriqueño Leandro Antonetti, esta temporada ya lleva 22 partidos, los 11 primeros con Munitis, luego 7 con Alves y ahora 4 con Trashorras.
Pero tal vez el que más llamó la atención, además de Antonetti, fue Jorge González, que jugó medio tiempo en la banda derecha, en sustitución de Víctor Narro, donde brilló con luz propia, aunque ya había jugado cuatro partidos de Liga con Pedro Munitis y tres con Paulo Alves, pero su actuación del pasado domingo, le sirvió para ser desde este momento jugador a todos los efectos del primer equipo.
La presencia de Jorge en el once nos hacía recordar a otros compañeros suyos como el hermano de Andrés Castrín, Pablo Castrín, ahora en el Ribadeo, Idrisa Thian en Catar, o Jaume Cuellar que se fueron a principos de temporada al Barcelona Atlétic, pero se vienen a la memoria otros como Ces Cotos, Alex Ramos, Xabier Domínguez, Pablo Expósito, Alejandro Fidalgo, David Rojo, Quindimil, Luis Castro, Dani Vidal, Christian Martínez, Martín López, Nico Manteiga, Vesprini, Brunet, Chiqui, Morais, Álex Rey, Antón Escobar, Pablo Rey, Rayco, Quezada, Pedro López, Luis Díaz, Manu Núñez y un largo etc., que también soñaron algún día con triunfar en el primer equipo y la mayoría se quedó en el camino.
Esta temporada, además de Andrés Castrín y Leandro Antonetti, también sonaron al principio de temporada nombres como los metas Julen Fernández e incluso sonó la posible vuelta de Pablo Cacharrón, ahora triunfando en el Unionistas de Salamanca, o el mismo Carlos Torrado que también subió al primer equipo e incluso llegó a jugar hasta siete partidos con Pedro Munitis, varios de ellos como titular e incluso uno completo y ahora juega cedido en el Rácing Vilalbés.
Todo esto viene a demostrar que los canteranos también deben tener una continuidad, ya que es difícil triunfar en el mundo del fútbol, donde cada temporada surjen grandes promesas, como en la presente campaña por ejempllo, Hugo Sotelo y Hugo Álvarez en el Celta o Yeremay Hernández o David Mella, entre otros, en el RC Deportivo y no digamos los que cada temporada sobresalen en filiales como los del Real Madrid o Barcelona y que luego muchos de ellos llegan a jugar en la máxima categoría, caso que no suele ser tan frecuente en equipos modestos como el CD Lugo.
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